lunes, 5 de octubre de 2009

Prospección

"Elliston, el pobre muchacho no tenía otro lugar donde jugar encerrado como una rata en Belly Rave como el resto de nosotros siempre pagando y pagando y pagando...»

Pasó el tiempo.

«Sobre la valla trasera oí hablar de ellas y vi los anuncios. No leo mucho últimamente a causa de mis ojos, pero él vino a casa con el papel; por una vez no estaba triste y cansado. Casas G.M.L., dijo. Maravillosas casas-burbuja G.M.L... Dijo que él sabía que algún día tendría que venir una ruptura total con la tradición, tal como decía el anuncio. Tenía algo que ver con los contratos. Alquilaban las máquinas a las compañías, creo, o algo por el estilo, y las compañías edificaban las casas para sus empleados. Al parecer, era por algo de los impuestos. Él estaba seguro de que la compañía alquilaría las máquinas y tendríamos una casa G.M.L., pero nada de eso sucedería, porque él no tenía contrato y la compañía solo edificaba para los trabajadores contratados. Pero, al fin y al cabo, él es afortunado, ya que tiene un trabajo, porque al paso que se van poniendo las cosas, el muchacho ha estado mirando y mirando y no ha podido encontrar nada; no sé adonde vamos a ir a parar...»

Pasó el tiempo.

«Déjate ya de monsergas, papá. Lo que tienes que hacer es darme más dinero. ¿Buscar trabajo yo? De eso nada. Como vuelvas a repetirme lo de «cincuenta años con la compañía» te doy un sopapo. Si no fueras tan infeliz, tendrías un contrato de trabajo y estaríamos en una casa-burbuja en vez de ser unos cochinos esclavos en Belly Rave. ¿Que vaya a la ciudad y busque trabajo? ¡Estás chalado! Te diré lo que voy a hacer. Voy a tomarme un buen desayuno y a salir zumbando para el Estadio. Hay un buen espectáculo hoy: Rocky Granatino, Rocky Bolderoni, Rocky Schistman y Kid Louis en una lucha a ciegas, todos contra todos, con guantes de púas. Después me buscaré una buena chavala y un lugar apropiado por aquí en Belly Rave para hacerle el amor. Es posible que vaya a la casa de Wexley, de manera que no tengas miedo si no me encuentras. El viejo Wexley consiguió un contrato la semana pasada, después de quince años de escuela nocturna, de manera que se trasladó a la ciudad G.M.L. de Mommouth más de prisa que alma que lleva el diablo. Me imagino que las camas estarán todavía allí, de manera que estaré cómodo. ¿Alguna pregunta?» No; no había preguntas. Y el muchacho se marchó con paso seguro y presuntuoso. El anciano exclamó: «Cincuenta años con la compañía», y comenzó a llorar. Había sido sustituido la semana anterior por un pequeño aparatito que no cometía errores, no se cansaba jamás, nunca se iba a tomar un café. Ahora le pasaban una pensión. Y la casa era suya, casi. En pocos años sería totalmente suya, tan pronto como terminara de pagar algunos nuevos impuestos. La venderé, se propuso, olvidándose de llorar. Cuando suban de precio. No precisamente ahora, es un mal momento. Unas cuantas casas de la misma calle están vacías, abandonadas por sus propietarios, que han conseguido ascender a la categoría de contratados y ganar el derecho a una casa G.M.L.

Pasó el tiempo...

Más de un siglo."

El Abogado Gladiador - Frederick Pohl y Cyril Kornbluth (1955)

Aparte de un curioso estilo hard-boiled, una novela muy recomendable que se encuentra entre las poquitas de ciencia ficción altamente izquierdosa.

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