martes, 6 de octubre de 2009

Experimentaclub 09


Demasiado tiempo pasé sin conocer este festival, o sin atreverme a visitarlo. Basicamente el tiempo que tardé en empezar a tener dinero propio y a echarle huevos para gastarlo en conciertos... desde hace dos años intento pasarme por las actividades de La Casa Encendida, y pese a su irregularidad, pese a los extraños carteles del experimentaclub de estas ediciones, siempre me he quedado satisfecho y con ganas de más, tanto aquí como en sus festivales de abril.

El experimentaclub como concepto es una auténtica gozada. Primero porque se realiza en un centro cultural, y no en una sala medio acondicionada, con lo que los medios SIEMPRE son mejores. Segundo porque hay conciertos en auditorio, en los que el respeto del respetable siempre es algo mayor que en una sala. Tercero: por lo arriesgado de su cartel, que siempre trae ruido.

Bien, lo arriesgado a veces llega a niveles como el año pasado, donde hubo una tipa que basicamente se dedicaba a jugar con sine waves y silencios de una forma muy chusca. Este año, lo poco que he visto, ha sido todo magnífico sin excepción.

Charles Hayward, un multiinstrumentista loco, comenzó con unas baladas en el piano que me recordaban a las composiciones melódicas (no las otras) del último Nobukazu Takemura, donde hay que poner mucho de tu parte para rellenar los huecos. Pero luego se hizo cargo de la batería, y acoplándose perfectamente con bases grabadas, se desbarró para mostrar ¿algo juguetón? ¿algo tormentoso?. Quizás la cosa era demasiado efectista como para emocionar de verdad (sí hubo momentos donde casi lo consigue), pero musicalmente y sensorialmente era una pasada, un lujo, y algo interpretado con cronómetro.

Zombie Zombie logran sonar mucho mejor en directo porque ahí se les ve la experimentación y la viveza. El público del patio, puesto de M hasta las cejas, no acababa de pillar los ritmos lentos e irregulares del duo, pero ellos usaban sus baterías, sus bases, sus theremines y demás virguerías con soltura y cachondeo. Sudaron, pero consiguieron mover los pies y dar un gran sabor de boca.

Fuck Buttons (que en jenesaispop relacionaban habilmente con Underworld en su último disco, Tarot Sport) dieron, directamente, la fiesta que esperaba ese público tan sumamente drogado que poblaba el patio. Y lo dieron con creces, aunque abusando en ocasiones del uso del mismo sample, con problemas de sonido al comienzo, con algún despiste entre medias. Pero fueron intachables, qué queréis que os diga. Subidón total, preparación para la fiesta, y la oportunidad más tarde de dar dos besos y presentarme a Elena Cabrera, co-organizadora y una mujer multi-multi-que-te-cagas-de-disciplinar que me tiene francamente fascinado.

Al día siguiente Pram se salieron por todos los poros. No sólo contaban con más instrumentos que el resto, sino que contaron con unas proyecciones preciosas, y con esos ritmos lentos que, de nuevo, el público lleno de M intentaba seguir torpemente con los pies. Sin conocer sus composiciones, sí que me sonaban algunas, y era esa mezcla de trip hop con guiños nunca melosos al lounge, experimentación con theremines incluida, consiguieron mover a absolutamente todos hasta emocionarnos. Fabulosos. No pude ver nada de lo anterior.

El domingo pude ver a Arbol+Solu, que fue una muestra co-lo-sal de ambient/idm al estilo antiguo, recordándome en muchas ocasiones a Biosphere/Geir Jensen, en otras a los primeros autechre/black dog/boards of canada, y cuyo único defecto fue ser demasiado corto. En serio, un pedazo de artista que es Arbol, y unas visuales fabulosas las de Solu.

Pan.America dio ambient. Puro ambient. Con guitarra y eco, con ordenador y capas sobre capas sobre capas. Ambient. Te rodeaba el sonido, te cogía, te elevaba, te posaba lentamente. Te hacía comulgar con una atmósfera extraña de este tío tan sensible y con pinta tan humilde y simpática. Una auténtica maravilla.

Más tarde estaban Wolf Eyes, pero no tuve valor de no dormir bien tras un concierto lleno de ruido. Pero no puedo hacer otra cosa que felicitar a la organización porque lo del pleno de conciertos buenos no creo que haya sido simple casualidad.

Galería en mi flickr

Blog de experimentaclub

Reseña en jenesaispop con una fotico mia

lunes, 5 de octubre de 2009

Prospección

"Elliston, el pobre muchacho no tenía otro lugar donde jugar encerrado como una rata en Belly Rave como el resto de nosotros siempre pagando y pagando y pagando...»

Pasó el tiempo.

«Sobre la valla trasera oí hablar de ellas y vi los anuncios. No leo mucho últimamente a causa de mis ojos, pero él vino a casa con el papel; por una vez no estaba triste y cansado. Casas G.M.L., dijo. Maravillosas casas-burbuja G.M.L... Dijo que él sabía que algún día tendría que venir una ruptura total con la tradición, tal como decía el anuncio. Tenía algo que ver con los contratos. Alquilaban las máquinas a las compañías, creo, o algo por el estilo, y las compañías edificaban las casas para sus empleados. Al parecer, era por algo de los impuestos. Él estaba seguro de que la compañía alquilaría las máquinas y tendríamos una casa G.M.L., pero nada de eso sucedería, porque él no tenía contrato y la compañía solo edificaba para los trabajadores contratados. Pero, al fin y al cabo, él es afortunado, ya que tiene un trabajo, porque al paso que se van poniendo las cosas, el muchacho ha estado mirando y mirando y no ha podido encontrar nada; no sé adonde vamos a ir a parar...»

Pasó el tiempo.

«Déjate ya de monsergas, papá. Lo que tienes que hacer es darme más dinero. ¿Buscar trabajo yo? De eso nada. Como vuelvas a repetirme lo de «cincuenta años con la compañía» te doy un sopapo. Si no fueras tan infeliz, tendrías un contrato de trabajo y estaríamos en una casa-burbuja en vez de ser unos cochinos esclavos en Belly Rave. ¿Que vaya a la ciudad y busque trabajo? ¡Estás chalado! Te diré lo que voy a hacer. Voy a tomarme un buen desayuno y a salir zumbando para el Estadio. Hay un buen espectáculo hoy: Rocky Granatino, Rocky Bolderoni, Rocky Schistman y Kid Louis en una lucha a ciegas, todos contra todos, con guantes de púas. Después me buscaré una buena chavala y un lugar apropiado por aquí en Belly Rave para hacerle el amor. Es posible que vaya a la casa de Wexley, de manera que no tengas miedo si no me encuentras. El viejo Wexley consiguió un contrato la semana pasada, después de quince años de escuela nocturna, de manera que se trasladó a la ciudad G.M.L. de Mommouth más de prisa que alma que lleva el diablo. Me imagino que las camas estarán todavía allí, de manera que estaré cómodo. ¿Alguna pregunta?» No; no había preguntas. Y el muchacho se marchó con paso seguro y presuntuoso. El anciano exclamó: «Cincuenta años con la compañía», y comenzó a llorar. Había sido sustituido la semana anterior por un pequeño aparatito que no cometía errores, no se cansaba jamás, nunca se iba a tomar un café. Ahora le pasaban una pensión. Y la casa era suya, casi. En pocos años sería totalmente suya, tan pronto como terminara de pagar algunos nuevos impuestos. La venderé, se propuso, olvidándose de llorar. Cuando suban de precio. No precisamente ahora, es un mal momento. Unas cuantas casas de la misma calle están vacías, abandonadas por sus propietarios, que han conseguido ascender a la categoría de contratados y ganar el derecho a una casa G.M.L.

Pasó el tiempo...

Más de un siglo."

El Abogado Gladiador - Frederick Pohl y Cyril Kornbluth (1955)

Aparte de un curioso estilo hard-boiled, una novela muy recomendable que se encuentra entre las poquitas de ciencia ficción altamente izquierdosa.